No soy un músico,
claro está, sino, tal vez, un dibujante que siempre tiene una guitarra al lado
del tablero (un tipo que escribe poesías a las que, de vez en cuando, les pone
una musiquita —al alcance de sus recursos y de su oído).
Lo que me gusta de
ellas (de mis canciones, digo) es que a diferencia de las grandes canciones que
me gusta escuchar y, a veces, cantar (de los Beatles, de Sinatra, del
folclore...), que le pasan cerca a las cuestiones y los asuntos que me
conciernen, las mías, lejos de ser grandes canciones, le dan en el medio, en el
centro, a esos asuntos, a las cosas que me interesan, a las cosas que me
conciernen y que conforman mi existencia.
Son pequeñitas,
humildes, modestas, como los recursos musicales a mi alcance, y como las
cuestiones que me conciernen también.
Aquí va ésta (una
más de esas): "Callecitas de mi barrio".
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Callecitas de mi barrio
Letra y música:
Douglas Wright
Callecitas de mi
barrio,
desparejas, empedradas,
con sus terrazas al sol
llenas de ropa colgada.
Callecitas de mi
barrio,
con los árboles al fondo,
con sus rejas, sus persianas,
sus balcones y sus toldos.
Callecitas de mi barrio,
mi recuerdo anda en un barco
por ese río que corre
al borde del empedrado.
Callecitas de mi
barrio,
con veredas de baldosas,
con zaguanes y jardines
con un malvón y una rosa.
Callecitas de mi
barrio,
con sus frentes decorados
con una flor de cemento
o un angelito de mármol.
Callecitas de mi barrio,
mi recuerdo anda en un barco
por ese río que corre
al borde del empedrado.
Callecitas de mi barrio
desparejas, empedradas,
con sus terrazas al sol
llenas de ropa colgada.
con los árboles al fondo,
con sus rejas, sus persianas,
sus balcones y sus toldos.
mi recuerdo anda en un barco
por ese río que corre
al borde del empedrado.
con veredas de baldosas,
con zaguanes y jardines
con un malvón y una rosa.
con sus frentes decorados
con una flor de cemento
o un angelito de mármol.
mi recuerdo anda en un barco
por ese río que corre
al borde del empedrado.
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