jueves, 27 de febrero de 2020

Un lugar en mi interior




Un lugar en mi interior 

Aquí, yo tengo un lugar
inventado, diferente,
por donde andar de paseo
con mi alma, con mi mente.

Aquí tengo mi casita,
justito frente a la playa
por donde ando descalzo,
por donde paseo en malla.

Aquí, en este lugar
diferente, inventado,
yo paseo por el futuro,
el presente y el pasado.

Aquí viven mis vecinos,
venidos de los confines,
que son mis almas gemelas,
que son mis seres afines.

Aquí tengo mi lugar,
un lugar en mi interior,
donde me siento seguro,
donde me siento tranquilo,
¡donde me siento mejor! 

Douglas Wright




martes, 25 de febrero de 2020

La consciencia es como un mar


La consciencia es como un mar 

La consciencia es como un mar,
el mar en el que vivimos
—aquí arriba, entre las olas,
allá abajo, en los abismos.

La consciencia es como un mar
y nosotros, pececitos
—aleteando, coleteando
en el mar en que vivimos.

La consciencia es como un mar,
un mar un poco distinto
—no un mar afuera, allá lejos,
uno adentro, aquí mismo.

La consciencia es como un mar,
el mar en el que vivimos
—como un mar hecho de aire,
como un mar hecho de nada,
como un mar hecho de todo:
¡y en ese mar existimos! 

El Viejo Now



sábado, 22 de febrero de 2020

Era un sendero violeta




Era un sendero violeta 

Era un sendero violeta,
el que tenía frente a mí,
salpicado de rosados,
sobre un fondo azul añil.

Un sendero de un violeta
como el que yo nunca vi,
como un recontravioleta,
yo diría que era así.

Era un sendero violeta
y yo andaba por allí,
hacia un futuro violeta,
desde un presente violeta,
¡sintiéndome yo violeta
desde el día en que nací! 

Douglas Wright



Un inmenso continente




Un inmenso continente 

Yo veo un gran continente,
con un cielo y con un mar,
por donde poder andar,
y volar y navegar.

Cuando yo cierro los ojos,
y miro hacia mi interior,
veo un cielo, veo un mar
y un inmenso continente
por donde poder andar,
y volar y navegar,
con alma de explorador. 

El Viejo Now


martes, 18 de febrero de 2020

Para viajar y viajar


Para viajar y viajar 

No necesito viajar
para viajar y viajar
—basta con cerrar los ojos
y ponerme a imaginar.

Así, sin salir de casa,
yo me llego hasta la plaza
—y llego hasta el Himalaya
sentado, aquí, en mi terraza.

Y así, el cielo de la Puna
y el mar azul del Caribe
—con su corazón abierto—,
cada uno me recibe.

Para viajar y viajar
no necesito viajar,
basta con cerrar los ojos
—basta con abrir la mente—
y ponerme a imaginar. 

El Viejo Now




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Bonus 

Los cardones me saludan
como a un viajero frecuente
—como a un viajero del alma,
un viajero de la mente.

Ellos también —me parece—
viajan de esa manera
—suelo verlos en mi casa,
sentado, aquí, en mi balcón
en mi banco de madera.



lunes, 17 de febrero de 2020

viernes, 7 de febrero de 2020

La mano de un labrador



La mano de un labrador 

La mano de un labrador
—labrador de poesías—,
una mano con los nudos
y los pliegues de la vida.

La mano de un labrador
—labrador de fantasías—,
con las arrugas del tiempo
—del tiempo que lleva encima.

La mano de un labrador
de una tierra que es un cielo
donde esta mano cultiva
palabras que andan en vuelo. 

Douglas Wright


lunes, 3 de febrero de 2020

Un silencio muy real



Un silencio muy real 

El silencio era insistente,
el silencio era total:
el silencio de las sombras,
el silencio de los árboles
—un silencio muy real.

(No digo ausencia de ruidos
—los ruidos del medio ambiente—,
hablo de otro silencio,
de un silencio diferente.)

El silencio era real,
el silencio era insistente,
el silencio era total:
¡el silencio de la mente! 

Douglas Wright


domingo, 2 de febrero de 2020

Los remolinos del agua





Las casitas de madera



Las casitas de madera
(fantasía arquitectónica) 

Las casitas de madera
son mi pasión verdadera
—más que cualquier otra casa,
más que otra casa cualquiera.

Las casitas de madera
—con un jardín frente al mar
donde jugar y correr,
donde reír y soñar.

Mi verdadera pasión:
las casitas de madera
—con jardines con jazmines,
ligustro y enredadera.

Las casitas de madera
—esas casitas de ensueño
donde albergar esperanzas,
donde cobijar los sueños.

Mi pasión más verdadera:
las casitas de madera
—con una verja pintada
y una hamaca reposera.

Las casitas de madera
—bajo un sol de mediodía
que grita a grito pelado:
“¡alegría, alegría!”.

Las casitas de madera,
mi verdadera pasión,
viven, aquí, en mi alma,
viven en mis fantasías,
¡viven en mi corazón! 

Douglas Wright