Zambita de la ciudad
Zambita de la ciudad,
la que le canta a mis penas,
espanta las penas malas
y me acaricia las buenas.
Zambita de la ciudad,
la que canta mi alegría,
en el balcón de mi alma
suena de noche y de día.
Zambita de la ciudad,
mi zambita ciudadana,
no le canta a la montaña,
ni a la quebrada, ni al valle,
sino al cielo de mi calle,
sino al sol de la mañana.
Zambita de la ciudad,
zambita humilde, modesta,
cada vez que yo la canto
me pone el alma de fiesta.
Zambita de la ciudad,
de mi cortada Amambay,
zambita de lo que tengo,
zambita de lo que hay.
Zambita de la ciudad,
que suena donde me halle,
no le canta a la montaña,
ni al valle, ni a la quebrada,
sino al sol de la mañana,
sino al cielo de mi calle.
Douglas Wright