martes, 30 de agosto de 2022

¡El sol se mete con todo!

 


¡El sol se mete con todo! 
 
¡El sol se mete con todo!;
se mete por mi ventana,
revolotea en mi pieza,
revolotea en el aire,
revolotea en las sábanas.
 
El sol me dice “¡buen día!”,
dice “¡dale, despertate!”;
el sol se mete con todo,
se mete por todos lados,
se mete por todas partes.
 
¡El sol se mete con todo!;
despeja sueños de anoche,
revolotea en mi pieza,
revolotea en mi mente,
revolotea en mi alma,
¡qué digo: a troche y moche! 
 
Douglas Wright



lunes, 29 de agosto de 2022

A veces, estoy muy lejos

 


A veces, estoy muy lejos 
 
A veces, estoy muy lejos
aunque parezca estar cerca;
en el Arlés de van Gogh,
en el Walden de Thoreau,
o en aquél Hudson de Whitman
—hasta que el ruido de un auto
de mi ensueño me despierta.
 
Grandes soles amarillos,
locas noches estrelladas,
ríos lentos, perezosos,
lagos de infinita calma.
 
Sentado aquí, en mi balcón,
aquél mismo sol me alumbra;
el del Arlés de van Gogh,
el del Walden de Thoreau,
o el de aquél Hudson de Whitman
—un gran sol que se abre paso
entre los ruidos del barrio,
entre siglos y distancias,
entre nieblas y penumbras.
 
Montecitos y pinares,
senderitos empedrados,
un silencio luminoso
revolotea en todos lados.
 
Aunque parezca estar cerca,
a veces, estoy muy lejos;
en el Arlés de van Gogh,
en el Walden de Thoreau,
o en aquél Hudson de Whitman
—y los ruidos del balcón
son tan solo una ilusión,
un espejismo, un reflejo. 
 
Douglas Wright



martes, 23 de agosto de 2022

¿Un árbol de otro planeta?



 
¿Un árbol de otro planeta? 
 
¿Un árbol de otro planeta,
uno de otra dimensión
—jugando a ser una sombra,
un fantasma, una ilusión?
 
Por un lado, un árbol sólido
—uno de gruesa madera—,
y por otro, uno de luz
—de luz y sombra violeta.
 
Un árbol de otro planeta
—uno, tal vez de otro mundo—
me invita con su silueta
—la de la sombra violeta—
y hacia ese mundo me voy,
y en ese mundo me hundo. 
 
Douglas Wright



domingo, 21 de agosto de 2022

Un nuevo van Gogh

 


Un nuevo van Gogh 
 
Y aquí, una versión nueva —para mí— de Vincent van Gogh.
 
Ésta, a diferencia de las anteriores (basadas en sus autorretratos), está tomada de una fotografía.
 
Refleja un poco mejor —me parece— al van Gogh lúcido, equilibrado profundamente (y sutilmente) sensible, que encuentro en sus cartas (no solo a su hermano Théo sino también a otros, como Émile Bernard, por ejemplo).
 
A Vincent lo conocí en mi adolescencia, en la piel de Kirk Douglas.
 
Después vinieron las pinacotecas, Antonin Artaud con su “van Gogh, el suicidado por la sociedad” (¡qué título brillante!) y, mucho después, Kurosawa, Altman e infinidad de documentales —cada uno dando su versión, su opinión, de van Gogh.
 
Hace unos años me topé con sus cartas (que conocía por su fama, por supuesto, pero que nunca había abordado, explorado).
 
En ellas me encontré, sin intermediarios, con van Gogh mismo (con una sensación de cercanía que ni sus mismas pinturas me habían proporcionado).
 
Parecía que esta seguidilla de van Gogh había terminado ya, pero sigue…
 
¡Salud, Vincent! 
 
Douglas Wright



viernes, 19 de agosto de 2022

Llovía en la laguna




Llovía en la laguna 
 
Llovía en la laguna,
pero yo ya no sabía
si el agua iba o venía,
si el agua venía o iba.
 
Rayitas finas de agua
unían cielo y laguna;
¿era el agua, que bajaba?,
¿era el agua, que subía?,
siempre me quedó la duda. 
 
Douglas Wright



Para pescar una estrella

 
Para pescar una estrella 
 
Lancé mi caña hacia el cielo
para pescar una estrella;
no pesqué nada, por cierto,
pero, ¡qué noche bonita,
esta gran noche estrellada!,
pero, ¡qué noche tan bella! 
 
El Jardinero Mágico




miércoles, 17 de agosto de 2022

van Gogh, el escritor - II

 


van Gogh, el escritor - II 
 
Aquí van algunas perlitas más extraídas de las cartas de van Gogh.
 
“Por encima de todo, yo quiero llegar a un punto en que se diga de mi obra: este hombre siente profundamente y este hombre siente delicadamente.
 
A pesar de mi reconocida torpeza, ¿me comprendes, no?, o quizás a causa de ella.
 
¿Qué soy a los ojos de la mayoría de la gente? —una nulidad o un hombre excéntrico o desagradable— alguien que no tiene un sitio en la sociedad ni lo tendrá; en fin, poco menos que nada.
 
Bien, supón que eso sea exactamente así; entonces quiero mostrar por medio de mi obra lo que hay en el corazón de un excéntrico, de una nulidad.” 
 
Douglas Wright



martes, 16 de agosto de 2022

Ando rayado, a veces



 
Ando rayado, a veces 
 
Ando rayado, a veces,
hay veces en que veo rayas
por dondequiera que mire,
por dondequiera que vaya.
 
Rayas: las nubes, las casas,
las paredes de ladrillo;
rayas: los tanques de agua,
sus reflejos y sus brillos.
 
A veces solo veo rayas,
solo rayas dondequiera;
rayas: los fresnos pelados
y las cerradas persianas;
rayas: los rojos tejados
y la verde enredadera.
 
A veces ando rayado,
que es un modo de mirar:
más que sólido, dinámico,
más que formas, direcciones,
como si la vida misma,
como si la realidad,
me sugiriera intenciones
en su manera de ser,
en su manera de andar. 
 
Douglas Wright



sábado, 13 de agosto de 2022

Dibujitos de van Gogh

 
Dibujitos de van Gogh
 
 
Y aquí (¿será ésta la última?) una tanda de mis dibujitos de van Gogh dedicados a Daniel Marino (aquél amigo blusero que me daba datos sobre Dion Dimucci en “Ruby Baby – El ensayo”).
 
Daniel no era músico, en realidad, sino que le gustaban los blues y el rock blusero de los años ’60 y ’70, y me contaba una anécdota de un guitarrista famoso que estaba grabando un disco de blues. Repetía toma tras toma de un tema que no le gustaba cómo estaba saliendo, cómo estaba quedando.
 
Sentado en una sillita en un rincón estaba un viejo negro (“¿afroamericano?”, “¿habitante originario de las plantaciones de algodón del sur?”, ¿cómo lo llamarán los “correctos” ahora?).
 
Cuando el guitarrista famoso se estaba retirando de la sala de grabación, completamente frustrado, el viejo le dice: “Usted toca muy bonito”.
 
“Gracias”, responde el guitarrista.
 
“No”, agrega el viejo, “ése es el problema”.
 
 
Conocí a Daniel en un curso de historieta al que asistíamos juntos. Los dos estábamos muy copados con la historieta entonces y siempre hablábamos de los dibujantes que nos gustaban (y que marcaban nuestra tendencia, de algún modo), Breccia, Hugo Pratt, Hal Foster…
 
Charlábamos de esto al final de una de las clases, y cada compañero decía lo suyo. Cuando llegó mi turno, yo dije: “¡van Gogh, el dibujante que más me gusta es van Gogh!”.
 
Me refería a esos dibujitos (¡dibujazos!) a pluma que incluía en sus cartas a Théo explicándole las pinturas en las que estaba trabajando.
 
Daniel debe andar con van Gogh, ya (desde 2014).
 
 
A Daniel, dibujante, y a van Gogh, dibujante: mis dibujitos.
 
 
Douglas Wright



viernes, 12 de agosto de 2022

Un poco de mi corazón

 
Un poco de mi corazón 
 
En cada dibujo hay un poco,
un poco de mi corazón,
lo mismo, en cada relato,
en cada poema, en cada canción.
 
En cada dibujo hay un soplo,
un soplo que viene del alma,
del fondo, de adentro de todo,
de adentro del centro de una quieta calma.
 
En cada dibujo hay un poco,
un poco de mi corazón,
un poco que es como un espejo,
un poco que es como un reflejo,
como un espejismo, como una ilusión. 
 
Douglas Wright




miércoles, 10 de agosto de 2022

El Jardinero Mágico juega a ser van Gogh


Aquí, es el Jardinero Mágico
el que juega a ser van Gogh.



lunes, 8 de agosto de 2022

Vincent van Douglas - Segunda parte

 
Vincent van Douglas…
 
Segunda parte 
 
Sigo jugando a “¿Dale que éramos van Gogh?”.
 
Antes, exterior nocturno;
ahora, interior diurno. 
 
Douglas Wright.




sábado, 6 de agosto de 2022

Vincent van Douglas…

 
Vincent van Douglas…
 
“¿Dale que éramos cowboys?”
“¿Dale que éramos piratas?”
“¿Dale que éramos los Beatles?”
 
Ando releyendo sus cartas,
desempolvando recuerdos,
así que, esta vez:
“¿Dale que éramos van Gogh?”.
 
Una broma gráfica, una humorada visual,
pensaba al principio, pero ahora creo
que es más un juego (de esos juegos
de los chicos a los que los grandes
también podemos jugar).
 
Van Gogh anduvo conmigo toda
mi vida. Al principio quería ser
como él (¡quería ser él, tal vez!).
 
Ahora, juego.
 
“¡Cuidado con las orejas!”, me advertía
mi amigo Carlo.
 
Una vez me corté afeitándome
con una Track (pero creo que eso
no cuenta).
 
Igual, por las dudas, tengo en
cuenta su consejo. 
 
Douglas Wright.


viernes, 5 de agosto de 2022

Cita en Montmarte


Cita en Montmartre 
 
Esta es una colaboración entre dos Douglas:
uno de 30 años, y otro de 60.
 
El de 30 concibió y desarrolló una historieta
que nunca llegó a terminar.
 
El de 60 recuperó los dibujos, restauró y coloreó
algunos de los cuadritos, y escribió una poesía
contando la historia.
 
El resultado es éste:
“Cita en Montmartre - una fantasía impresionista”,
protagonizada por Gauguin, Lautrec, y van Gogh. 
 
 

miércoles, 3 de agosto de 2022

Autorretrato sin la oreja cortada

 
Autorretrato sin la oreja cortada 
 
Y, ya que estamos con van Gogh (mi querido van Gogh), aquí va un autorretrato que tiene algo del “espíritu” de los suyos, diría. (Modestamente, y salvando todas las diferencias, claro está.)
 
Yo tendría unos 36 años, calculo (la misma edad que tenía él cuando se pegó un tiro, ahora que lo pienso), y nos habíamos mudado a un PH antiguo, con un patio central y, como se usaba antes, un hallcito de entrada, con un gran ventanal que daba al patio.
 
Era un sábado por la mañana, según recuerdo, y no tenía que ir a trabajar. Me senté en el sillón de caña junto al ventanal, donde había muy buena luz natural.
 
Nunca tengo un plan o un propósito predeterminado a la hora de encarar un autorretrato. Solo unas ganas (o una necesidad, tal vez) que van apareciendo (vaya a saber uno de dónde) y, si la cosa se pone interesante, las ganas y la energía van creciendo.
 
Y también surge una lucha (una tensión, digamos) entre lo que se podría llamar la calidad del dibujo (los trazos, el estilo, la expresividad), y el parecido físico.
 
Además, también, se da una tensión entre “lo que soy” (lo que veo en el espejo, lo que el espejo me muestra) y lo que “creo ser” (más aún: “lo que me gustaría ser”). ¡Todo un tema! (¡Y toda una exploración!)
 
(Una tensión, una lucha, una pugna, una pulseada… entre lo exterior y lo interior.)
 
En este empecé, en un momento, a luchar con uno de los lados (¡cáspita, el lado en sombra!). Había algo ahí que no me gustaba, no me convencía, no me satisfacía y, como trabajo en blanco y negro, puedo tapar con témpera blanca lo que no me gusta, y seguir trabajando encima.
 
Así fue que terminé “pizzicateando” con el pincel (una herramienta inusual en mí) esos brillitos concéntricos en un efecto medio vangoghiano (no buscado, para nada deliberado).
 
En fin… aquí ando, a mis 72 (¡2 veces 36!), todavía dibujando, todavía escribiendo, todavía explorando. 
 
Douglas Wright




martes, 2 de agosto de 2022

van Gogh, el escritor

 

van Gogh, el escritor 
 
¡Ah, si en vez de ver sus pinturas en aquellas pinacotecas maravillosas de fines de los años ’60 hubiera leído las cartas de van Gogh, tal vez en lugar de dibujar se me habría dado por escribir!
 
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Unas poquitas muestras, tomadas de las cartas a su hermano Théo.
 
“Veo que te interesas por el arte y esto es una buena cosa, viejo. 
Encuentra bello todo lo que puedas; la mayoría no encuentra nada suficientemente bello.” 
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Le describe a Théo una pintura que vio.
 
“Una antigua población de Holanda, con hileras de casas de un rojo oscuro, con aleros escalonados, techos grises y puertas blancas o amarillas, vanos y cornisas; canales con barcos y un gran puente levadizo debajo del cual se ve una chalana con un hombre en el timón y la pequeña casa del guardián del puente, al que se distingue a través de la ventana en su pequeño escritorio.”
 
(Casi puedo verlo al inspector Maigret en uno de sus casos.)
 
“Un poco más lejos, en el canal, un puente de piedra por donde pasa gente y una carreta con caballos blancos. 
Y en todas partes movimiento; un hombre con una carretilla, otro apoyado en el pretil de un puente, mirando al agua; mujeres de negro con botones blancos.”
 
(¿Fellini? ¿De Sica? ¿El Neorrealismo italiano?)
 
“En primer plano un muelle empedrado y un pretil negro. 
Lejos una torre se levanta sobre las casas. 
Por encima de todo esto, el cielo de un blanco gris.”
 
(Con una pluma así, ¿quién necesita pincel?, se me ocurre pensar en broma.) 
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Y por último…
 
Vincent le describe a Théo un cuadro de Corot, “El jardín de los olivos”.
 
“A la derecha, un grupo de olivos se sumerge en el azul del cielo en el crepúsculo; en el último plano, colinas con arbustos y dos grandes árboles; en lo alto la estrella de la tarde.”
 
Se me ocurre fantasear con una gran exposición dedicada a van Gogh en la que, enmarcadas en las paredes, en vez de sus cuadros, se encontraran estas perlitas. 
 
Douglas Wright
 

“Querido Vincent…"



“Querido Vincent…
 
Te escribo desde el futuro (año 2022)
para contarte que he visto el cielo
más hermoso hoy (uno que le hubiera
encantado a Pissarro).”
 
¿Cuántas veces he dibujado
este van Gogh a lo largo
de toda mi vida?
(Cada vez peor, como
corresponde.)

Douglas Wright