viernes, 6 de enero de 2023

Este año: ¡sombrero nuevo!

 
Este año: ¡sombrero nuevo! 
 
Este año: ¡sombrero nuevo!
—lleno de nuevas ideas,
lleno de brisas y vientos.
 
Un sombrero parecido,
un sombrero diferente,
un sombrero compañero,
un sombrero inteligente.
 
¡Sombrero nuevo, este año!
—con una cinta escocesa
hecha de un trozo de paño.
 
Un sombrero que me cubre
y también que me descubre,
en enero y en diciembre,
en agosto y en octubre.
 
Este año: ¡sombrero nuevo!
—sombrero aludo y alado,
navegador de las brisas,
navegador de los vientos,
navegador de los cielos. 
 
Douglas Wright



Cosas en la cabeza 

Nunca pude usar nada sobre mi cabeza (excepto esos rulos que ya se han ido), hasta hace unos diez años, cuando me compré un sombrero (el primero) en una feria artesanal. 

Era un sombrero pesado, hecho de algún tipo de cuero tratado (que me hacía sentir un poco como un sheriff de aquellas series del Oeste que veía de chico). 

Después, en unas vacaciones en la costa, me compré el segundo (livianito, como de paja, diría). 

A este lo empecé a usar mucho (para andar por el barrio, para hacer las compras, para ir a raquetear). 

("Ese señor mayor de sombrero", me imagino que pensarían...) 

Ayer me compré un tercer sombrero (porque sí nomás). 

En muchas de mis historietas (las del Jardinero Mágico, por ejemplo) el sombrero tiene "vida propia" (le crece una flor, tiene sus propias ideas en forma de nubecitas...), y de este modo juego, en esta poesía, saludando a mi sombrero nuevo. 

En broma, por supuesto (o tal vez no tanto...).



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