¡Amambay, Amambay!
¡Amambay, Amambay,
cortadita de mis sueños!
-cortadita de mis días,
cortadita de mis noches,
cortada de mis recuerdos.
¡Amambay, Amambay,
una cuadrita nomás!
-en donde caben los días,
en donde caben las noches
¡y toda la eternidad!
¡Amambay, Amambay,
ah, qué nombre musical!
-como el nombre de una flor
en la orilla de algún río
de un remoto litoral.
¡Amambay, Amambay,
ah, qué nombre tan hermoso!
-como caído del cielo
de las quebradas del Norte
sobre el suelo pedregoso.
¡Amambay, Amambay,
mi cortadita arbolada!
-donde mirlos y gorriones
ponen de fiesta a los fresnos
con el batir de sus alas.
¡Amambay, Amambay,
donde duermen las veredas!
-y bostezan los tejados,
las paredes y el balcón
a la hora de la siesta.
¡Amambay, Amambay,
un mundo que da a otro mundo!
-un mundo por donde ando,
un mundo por donde voy,
¡un mundo en el que me hundo!
Douglas Wright
Bonus
¡Amambay, Amambay,
la patria de mis sombreros!
-la patria de mis ideas,
la patria de mis dibujos,
mis poemas y canciones-,
¡patria de mi quinotero!
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Hace 12 años, cuando me mudé a esta casa, busqué el nombre "Amambay" en la web para conocer su significado.
Ya no recuerdo cuál era... así que decidí re-significarlo (atribuyéndole sonoridades de las selvas del litoral y de los cerros y quebradas del Noroeste).
Al poco tiempo de estar acá, encargué un cartel de cerámica con el nombre "AMAMBAY" impreso, ya que es así como llamo yo a este lugar (mi lugarcito en el mundo, mi casa, mi hogar).
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