Ahora le toca a la luna
Ahora le toca a la luna
pasar detrás de las casas,
navegando por la noche
como una ballena blanca.
Ahora le toca a la luna
acariciar los tejados,
las puertas y las ventanas,
el pasto y el empedrado.
Ahora le toca a la luna
jugar con las chimeneas,
cosquilleándoles los humos
que al aire revolotean.
Ahora le toca a la luna
pasear por el caserío
en esta noche callada,
en esta noche de frío.
Ahora le toca a la luna
pasar detrás de las casas,
como una nave redonda,
como una nave brillante,
como una nave que pasa.
Douglas Wright
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