A
Daniel (Daniel Marino) le encantaba dibujar caballos. Los caballos criollos,
los caballos de los gauchos.
En
su historieta “El Terzuelo Argüelles” había muchos.
También
había caballos de vaqueros (en sus historietas del Far West), y caballos de la
Guerra de Secesión (ilustrando algunas historias de Ambrose Bierce).
Y
también había unos dibujados con el mouse de la computadora ¡con la mano
izquierda! (Daniel era diestro pero, por algún motivo, había usado el mouse con la mano
izquierda…)
En
fin, este año mi recuerdo de Daniel se adelantó unos meses (tal vez por haber
estado escuchando audiobooks de las novelas de Raymond Chandler —esas de Philip
Marlowe— que a él le gustaban tanto).
Douglas
Wright
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(Los
dibujos son aquellos que hizo Daniel con la mano izquierda.)
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Los caballos de Daniel
Para Daniel Marino
Los caballos de Daniel
—hechos con la mano
izquierda—,
llenos de fuerza y de brío,
llenos de furia y potencia.
Los caballos de Daniel
—esos de sus historietas—
hacen temblar las praderas,
las llanuras, las mesetas.
Los caballos de Daniel
—sus caballos dibujados—
galopan por todas partes,
galopan por todos lados.
Los caballos de Daniel
—los caballos del “Terzuelo”—
se escapan de los cuadritos
—esos de sus historietas—
y lo llevan a Daniel,
montado al estilo gaucho,
a cabalgar por las nubes,
a cabalgar por el cielo.
Douglas Wright
Me gustaron, los caballos de Daniel y la poema. Me gusto los colores que uso.Muy bonito.
ResponderEliminarMe alegro, Sonya...
EliminarGracias por dos, entonces.