Chiquilín de Bachín –
Bonus
Horacio Ferrer
Conocí a Horacio Ferrer —tuve un par de encuentros con él,
más precisamente— en 1978, más o menos.
Yo diseñaba las tapas de una editorial (Galerna) que iba a
publicar uno de sus libros, y circulaban por mis manos —y por mi tablero de
dibujo— un montón de fotos entre las que debíamos elegir una para la
contratapa.
Por aquella época yo estaba muy interesado en las
caricaturas, e hice una de él.
Revisando mis carpetas de dibujos “viejos” —en busca de ese
dibujito que acompaña la versión con un combo de la luna de Chiquilín de
Bachín— me topé con este de Horacio Ferrer.
“Le llegó la hora de salir a la luz”, pensé, “después de
cuarenta años”.
Y aquí va (“cuarenta años no es nada” cantaría Gardel en una
versión de “Volver” afectada por la inflación).
Más que una caricatura, diría, es un “retrato exaltado”, en
el que algunos rasgos están un poco exagerados (para que el dibujo se parezca
más al personaje que el personaje mismo, sería el ideal).
Douglas Wright
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