Todo el paisaje,
ondulado
Todo
el paisaje, ondulado,
ni
una sola línea recta;
nada
que esté en “perspectiva”
o
en “alineación perfecta”.
Todo
el paisaje, ondulado,
todas
las líneas, torcidas;
en
las calles y veredas,
en
las nubes, en los árboles,
en
los charcos y tejados,
en
la ventanas abiertas
—en
todo lo que está abajo
y
en todo lo que está arriba—
se
percibe un movimiento,
se
percibe un ondular:
¡el
ondular de la vida!
Las tres poemas de ahora son bellisimas. Gracias!
ResponderEliminarGracias, Sonya!...
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