sábado, 3 de diciembre de 2022

Nanas de la cebolla


Nanas de la cebolla
 
 
La escuché por primera vez en aquél disco de Serrat, de la década del '70, dedicado a Miguel Hernández. 
 
Me encantó, por supuesto, y me conmovió también. 
 
Pero nunca se me dio por cantarla (a diferencia de otras de Serrat que sí canturreaba). 
 
Sabía que ésta, a diferencia de las otras del disco, había sido compuesta por Alberto Cortez. 
 
Hace unos días, al despertar de una siesta, sin motivo ni razón aparente, ahí estaba, instalada en mi cabeza y en mis oídos. 
 
La busqué en la web, y encontré una versión cantada por Cortez y Serrat (a razón de una estrofa cada uno) que no conocía. 
 
Y ahí siguió, revoloteando, hasta que un par de días atrás descolgué mi guitarra vieja e hice una grabación de prueba, que sirvió de base para esta versión. 
 
Tuve que interrumpir la grabación un par de veces porque la voz se me "acongojaba" pensando en la situación: Hernández, en la cárcel; su esposa, que no tenía para comer más que pan y cebolla de los que sacaba la leche con la que amamantaba al bebé; y él, que le escribía diciendo que no podía hacer más que escribir esas nanas y desesperar. 
 
La versión de Serrat es una hermosura. 
 
La versión de Cortez-Serrat es una maravilla. 
 
A ésta, la mía, decidí mantenerla chiquita, simple, con un gustito a pan y cebolla, tal vez. 
 
Douglas Wright. 
 
 


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