Un ejercicio de meditación
Me han propuesto un
ejercicio:
que pensara en lo “sagrado”
—que lo tratara de ver,
digo, de “visualizarlo”.
Y yo, que soy religioso
de ninguna religión,
pensé: “el álamo gigante”
—el que está frente al
balcón.
Majestuoso, luminoso,
plantado en la eternidad,
se me presentó solito
—como algo que yo sentía
bien sagrado de verdad.
Me han propuesto un
ejercicio,
uno de meditación:
que pensara en lo “sagrado”
—y yo, los ojos cerrados,
vi, luminoso, en mi mente,
el gran álamo gigante,
el que está frente al balcón.
El Viejo Now
----
Bonus
Las tres montañas de hielo,
las montañas de cristal
—ésas, las que vi en un
sueño—,
son también algo “sagrado”
para ser “visualizado”
como el álamo de enfrente:
¡parecido y diferente,
diferente pero igual!
Este me gusto mucho!
ResponderEliminarBueno, Sonya...
EliminarMe alegro mucho!