El pajarito, en el cielo
El pajarito, en el
cielo,
no dejó ninguna
huella,
sin embargo, aquí,
en mi mente,
quedó su huella
estampada
como un sendero en
la hierba.
El pajarito, en el
cielo,
no dejó huella
alguna,
sin embargo, aquí,
en mi mente,
yo veo su huella
clara
tal como el surco
que deja
un barquito en la
laguna.
El pajarito, en el
cielo,
no dejó ninguna
huella,
sin embargo, aquí,
en mi mente,
veo su huella
tintineante
brillando como una
estrella.
El viejo Now
----
Bonus
A veces no quedan huellas
en el mundo físico de ciertos sucesos o eventos, pero sí quedan huellas en
"mundos" más sutiles (como el mental o el emocional, por ejemplo).
Huellas que, aunque
no se "ven" con los ojos físicos, se "sienten" con los ojos
de la mente o del alma (con igual o mayor intensidad, quizá).
Un pajarito voló
sobre el cielo de mi balcón y, aunque en el cielo no quedó ninguna huella, yo
pude trazar el recorrido exacto de su vuelo sobre mi hoja de papel.
Y así, del mismo
modo, han quedado grabados los recorridos de ciertos eventos de mi vida en la
hoja de papel de mi mente, de mi alma.
Cosas de dibujante,
tal vez...
DW
No hay comentarios:
Publicar un comentario