¡Qué cosa tiene el otoño!

 

¡Qué cosa tiene el otoño! 

 

¡Qué cosa tiene el otoño!

—siempre me pasa lo mismo—,

me recuerda otros otoños

—ésos de cuando era joven,

ésos de cuando era niño.

 

No son recuerdos pensados

—ni recuerdos “recordados”—,

solo siento que en la piel,

desde el fondo de los tiempos,

el otoño se ha posado.

 

Me parece que este otoño

es un otoño mental;

todo mi ser se hace otoño,

y entones, ¿cómo decirlo?:

estoy en modo otoñal.

 

¡Qué cosa tiene el otoño!

—siempre me pasa lo mismo—,

es como si el mismo otoño

anduviera dando vueltas

—viniendo, yendo y viniendo—

por toda la eternidad,

por los siglos de los siglos. 

 

Douglas Wright