Los montes de “La Playita”

Los montes de “La Playita”

Los montes de “La Playita”

se tornaron amarillos

—de un amarillo radiante,

¿qué sé yo?, superreal.

Los montes de “La Playita”

tomaron prestado el ocre

—la mostaza y la canela—

de una receta otoñal.

Los montes de “La Playita”

se volvieron como el cobre

—como cacharros bruñidos,

abollados, de metal.

Los montes de “La Playita”

se han puesto de mil marrones,

tostados y tierras siena

—¡qué mezcla sensacional!

Los montes de “La Playita”

festejan también su otoño

—un otoño imaginario,

como un otoño soñado,

como un otoño mental.

Douglas Wright

  

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Bonus

Los montes de “La Playita”;

¡ah, si los viera Pissarro

añadiría estos paisajes

—paisajes imaginarios—

a su obra impresionista,

su obra monumental!