Música hermosa.
¿Cuál?
Casi toda, diríamos (al menos: mucha... pero mucha, mucha).
Para nosotros, de Sinatra al Dúo Salteño, pasando por Bill Evans, por ejemplo...
...Y la guitarra flamenca de Rafael Cortés, y la guitarra folclórca de Juan Falú, y el piano mínimo de Eric Satie... y Jobim y Joao en Brasil, y Sabina y Serrat en España...
¡Y los Beatles!... en todos lados...
Y mucha Hermúsica más: los cuartetos de cuerda de Hydn, por ejemplo, y los quintetos de Brahms, y las Suites para chelo de Bach... en fin, la lista es larguísima (interminable, diríamos), para nosotros, al menos.
(Chet Baker Baker cantando y tocando la tompeta, Omar Moreno Palacios y su guitarra endiablada, Telemann, en otoño...)
Pero la más hermosa de todas las Hermúsicas: aquella que canta uno mismo (en la ducha, por ejemplo, o en el parque), sin que tenga ninguna importancia si uno lo hace bien o lo hace mal...
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario