No es que yo haya fracasado
No es que yo haya
fracasado
sino que no fui
exitoso,
y el no haber tenido
éxito
—¿cómo podría
decirlo?—
fue mi logro más
logrado.
Triunfé de un modo
oculto,
triunfé de un modo
tapado,
triunfé
no-exitosamente
—no es que yo haya
fracasado.
¿Qué es lo que
hubiera pasado
de haber sido yo
exitoso?:
hubiera quedado
anclado
a mi éxito, seguro
—quedando tanto por
ver,
tanto, tanto por
andar,
¡tanto, tanto
inexplorado!
No es que yo haya
fracasado:
¡soy exitoso al
revés!,
explorando lo que
es,
lo que capta mi
atención,
lo que viene hacia
mi lado
—una, y otra, y otra
vez—
sin que importe la
ganancia,
sin que importe el
interés,
¡sin que importe el
resultado!
El Jardinero Mágico
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