De repente, desperté
en un mundo de poesía,
en un mundo imaginario,
un mundo de fantasía.
en un mundo de alegría:
“canto” rimaba con “risa”
y “sol” rimaba con “día”.
en un mundo diferente:
la calle, junto a un gran valle,
la gente, sobre un gran puente.
en un mundo donde “taza”
rimaba con “chocolate”
y “amor” rimaba con “casa”.
soñando que yo dormía
en una noche estrellada,
con una luna por cuna,
con un hada por almohada,
y un montón de letras sueltas,
de hermosa caligrafía,
iban escribiendo un texto
como el de una poesía.
No hay comentarios:
Publicar un comentario