Hay un ojo que me mira
Hay un ojo que me
mira
—un ojo me está
mirando—,
y es igualito a ese
ojo
con que lo estoy
observando.
¿Dos ojos?, ¿un
mismo ojo?:
¡sí, dos ojos que
son uno!;
el ojo con que yo
miro
y con el que soy
mirado
—observador y
observado—,
unidos, amalgamados
hasta que ya no son
dos,
hasta que ya no son
uno,
hasta que ya no hay
ninguno.
El viejo Now
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