La cabaña de “La playita”
Me la paso inventando lugares
imaginarios (para ilustrar mis poesías, por ejemplo), y así surgió este
lugarcito al que yo llamo —para mí— "La playita".
El impulso inicial surgió con la
poesía “La casitas de madera”, y vino de un caserío que se construyó en la isla
de Malta para filmar la película “Popeye”, de Robert Altman, con Robin
Williams.
La playita de la segunda poesía,
“Un lugar en mi interior”, tiene que ver con un ejercicio de meditación (en el
que tengo que visualizar un lugar "lindo" y sintonizar mi
respiración con él —más o menos).
Entonces seguí explorando el
lugar, imaginando a mis vecinos y visualizando algunos detalles de mi cabaña
(como los "decks" de madera, la escalera que da al sendero que
conduce a la playa, los ventanales…).
El lugar fue creciendo y se
agregaron elementos de algunas casas de madera entrañables (las de los
episodios del Corto Maltés en Bahía, aquel hotel de la serie "La
leyenda del simio de oro", las casas de La Boca, las del Tigre…
Todo un cóctel, mezclado a mi
gusto (“shaken, not stirred” —como diría James Bond).
La cosa sigue y ahora, en “Me
construí una cabaña”, ésta tiene un
plano en el que aparecen la cocina, el baño, el lugar de estar y el dormitorio.
Y se viene aún más en “Tengo una
casa fantástica”.
Mi impresión es que no es
necesario que algo tenga consistencia “física” para que sea “real” (la alegría
y la tristeza, por ejemplo), así que supongo que esta cabaña de “La playita” ya
es parte de mi realidad.
Douglas Wright
Que bonito!
ResponderEliminarGracias!...
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