¡Qué maravilla, las
flores!
¡Qué
maravilla, las flores,
que
se abren de sí mismas!,
se
despliegan hacia afuera,
se
despliegan hacia arriba.
Hay
algo, en mí, que florece
un
poco de esa manera,
como
si mi vida fuera
un
continuo florecer,
¡una
eterna primavera!
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