Stardust
Stardust, Polvo de
Estrellas
La compuso Hoagy Carmichael en 1927 (hace casi 100 años),
cuando mi papá tenía unos 8 años.
La grabó Nat King Cole (en la que es, para mí, la mejor
versión) en 1958, cuando yo tenía unos 8 años.
Me fascinaba esa versión, que yo no tenía en disco, y la
perseguía en la radio hasta que logré una versión en cassette. Luego, con los
MP3, conseguí la discografía completa de Nat Cole entre la que estaba esta
joya.
Y ahí anduvo dando vueltas en mi cabecita musical desde
entonces.
Exploré muchas canciones, y grabé unas cuantas, pero a
esta nunca me le animé. (Solo en la ducha, acompañando a Nat Cole, y haciéndome
el grande con la voz...)
Stardust tenía, para mí, una magia inatrapable (un poco
como de polvo de estrellas, tal vez), y nunca pensé descularla (desarmarla y
volverla a armar, como hacen los chicos) hasta ahora.
¿Por qué? No lo sé. Se me metió en la cabeza (como
ocurrió con otras en su momento).
El tenis y la
música
Alguna vez escuché a Brad Gilbert (que llegó a estar
entre los 10 mejores, en su momento) contar que al jugar contra Ivan Lendl (que
era el número 1 imbatible, en aquella época), él (Brad) no intentaba subir al
nivel de Lendl sino que trataba de bajar a Lendl a su nivel.
Entonces se me ocurrió no intentar subir al nivel de Nat
King Cole (inalcansable) sino bajar Stardust a mi nivel.
Por otra parte, Nick Bollettieri (el entrenador de Andre
Agassi cuando éste llegó al tope) decía que en vez de intentar mejorar sus
aspectos débiles, fortalecía los fuertes (así fue que Agassi llegó a ganar
Wimbledon sin volear, prácticamente, y en una superficie, el césped, que no
favorecía para nada su tipo de juego).
Entonces, en vez de intentar con la guitarra (que toco
esporádicamente) cosas que no me salen, me puse a fortalecer aquellas que sí
(acordes relativamente simples y digitaciones a mi alcance).
Lo menos es más
(o “small is beautiful”, como decía alguno)
Hace unos años ya, vengo trabajando en unas versiones
simples: mi voz chiquita y unas pocas guitarras. Versiones mínimas, como las
llamo yo (no minimalistas, que es otra cosa), mínimas en el sentido de: una
letra, una melodía y unos acordes de acompañamiento.
Presto mucha atención (e intención) a la letra (siendo yo
escritor, a mi manera), al sentido de la misma, a las palabras (a cada palabra —a
su pronunciación, a su enunciación), y cuando la canto pretendo que sea la
canción la que llegue al que la escucha.
(Sé de muchas canciones que terminan perdiéndose,
diluyéndose, detrás de grandes interpretaciones.)
Y entonces, cuanto más lejos de las versiones famosas (ya
instaladas —como surcos— en nuestros oídos y en nuestras cabecitas), más
chances hay de re-descubrir la canción en sí, me parece.
Versiones son
versiones
Así, anduve por "Georgia on My Mind" lejos de
Ray Charles, en "Love Me Tender" lejos de Elvis Presley, en "Las
Golondrinas" lejos de Eduardo Falú, en "First of May" y
"Holiday" lejos de los Bee Gees, en "Over the Rainbow"
lejos de Judy Garland...
Ahora, "Stardust", lejos de Nat King Cole y
cerca (muy cerca) de Douglas.
Douglas Wright
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Bonus
La letra de Stardust (que nació como tema instrumental
con el nombre de "Star Dust") fue escrita dos años después, en 1929,
por Mitchell Parish.
Contiene algunas frases hermosas como
"when our love was new
and each kiss an inspiration".
(o “small is beautiful”, como decía alguno)
Bonus
"when our love was new
and each kiss an inspiration".
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