lunes, 30 de diciembre de 2019

No porque yo sea adulto




No porque yo sea adulto 

No porque yo sea adulto
voy a dejar de ser niño
—con ojos que miran todo
con asombro y con cariño.

No porque yo sea grande
voy a dejar de ser chico
—con ojos que ven al mundo
desplegarse en abanico.

No porque yo sea viejo
voy a dejar de ser joven
—totalmente deslumbrado
por van Gogh y por Beethoven.

No porque yo sea anciano
dejo de ser lo que fui
—niño, chiquilín, garoto,
rapazuelo o cunumí.

No por andar transitando
este trayecto final
dejo de llevar adentro
—dejo de llevar conmigo—
esa frescura primera:
la inocencia original. 

El Viejo Now



lunes, 23 de diciembre de 2019

Tengo un templo en mi balcón




Tengo un templo en mi balcón 

Yo tengo un templo en mi casa
—un templo, aquí, en mi balcón—,
es un sitio de reposo,
de paz, de contemplación.

Un banquito de madera
justo frente al quinotero
—ése es mi sitio de paz,
mi templito balconero.

Tengo un templo en mi balcón
—un templo, aquí, en mi casa—
donde, en reposo, yo veo
lo de arriba y lo de abajo,
lo de adentro y lo de afuera,
veo la vida que fluye,
veo la vida que pasa. 

El Viejo Now



domingo, 22 de diciembre de 2019

Bertrand Russell x 2


Cada vez que vuelvo a visitar a Bertrand Russell
-ya sea en sus escritos o en los documentales
que se encuentran en la web-
me resulta casi imposible no intentar
un nuevo retrato de él.




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jueves, 19 de diciembre de 2019

Izar las velas por la mañana




Izar las velas por la mañana 

Izar las velas por la mañana,
poner mi barco a navegar
por ese cielo que es mi ventana,
por esa calle que es como un mar.

Izar las velas por la mañana
—las mediasombras de mi balcón,
revoloteando con cada brisa,
reverberando bajo el gran sol.

Izar las velas por la mañana
—izar las velas de cada día—,
poner mi casa a navegar
por esos cielos, por esos soles,
por ese mar que es como la vida. 

El Viejo Now



miércoles, 18 de diciembre de 2019

martes, 17 de diciembre de 2019

viernes, 13 de diciembre de 2019

Soy un francotirador


Soy un francotirador 

Soy un francotirador
que anda disparando flores
al costado del camino.


Soy un francotirador
que apunta siempre a los lados
de su blanco, su objetivo.


Soy un francotirador
con el rifle descargado,
ése es, creo, mi destino.

Soy un francotirador
que, en vez de apuntar a otros,
se apunta, siempre, a sí mismo.


Soy un francotirador
sin ganas de disparar,
lo que es, casi, un desatino.

Soy un francotirador
que vive en la periferia,
como al margen, al costado,
como al borde de un abismo.

Douglas Wright


martes, 10 de diciembre de 2019

Extraño esa noche (que es la Nochebuena)





Los recuerdos de las Navidades de mi infancia
son de dos tipos: “imaginarios” y “reales”
—por decirlo de algún modo.

Los imaginarios: la nieve, el trineo, los renos…

Los reales: ese tío que se disfrazaba de Papá Noel,
el pino decorado y los regalos.

El tiempo los ha fundido en un solo aroma:
el de una Navidad infantil eterna, atemporal.




viernes, 6 de diciembre de 2019

domingo, 1 de diciembre de 2019

Voy hacia el Norte



La letra de esta “zambita mínima” parece —casi— un glosario
de palabras y términos relacionados con el noroeste argentino.

Algunas —como “cielo”, “sol”, “cerros” y “quebrada”— tienen que ver
con la naturaleza.

Otras —como “Pachamama” y “Tata Dios”—, con la cultura.

En medio —tal vez—, esta zambita que las nombra y que las canta.


(También —si uno quisiera verlo de ese modo—, lo femenino, en
la tierra, en los valles y en la luna… y lo masculino, en el cielo,
los cerros y el sol.)

((En fin, “en lo mínimo está lo máximo”, podría decir alguno.))

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Voy hacia el Norte

(zambita mínima)

Letra y  música: Douglas Wright


Voy hacia el Norte, donde está el cielo,
voy hacia el Norte, donde está el sol;
con mi burrito, por la quebrada,
a paso lento vamos los dos…

Con mi burrito, por la quebrada,
a paso lento vamos los dos.


Voy hacia el Norte, donde está el cielo,
voy hacia el Norte, donde está el sol;
cerros y valles, soles y lunas,
la Pachamama y el Tata Dios…

Cerros y valles, soles y lunas,
la Pachamama y el Tata Dios.


Altos, los cerros, altas, las nubes,
cielo y más cielo y arriba el sol;
piedras y espinas, cardos y tunas,
y una coplita para el adiós.


Voy hacia el Norte, donde está el cielo,
voy hacia el Norte, donde está el sol;
yo voy cantando por la quebrada
y entre los cerros suena mi voz…

Yo voy cantando por la quebrada
y entre los cerros suena mi voz.


Voy hacia el Norte, donde está el cielo,
voy hacia el Norte, donde está el sol;
subo trepando a paso lento,
bajo trotando a paso veloz…

Subo trepando a paso lento,
bajo trotando a paso veloz.


Altos, los cerros, altas, las nubes,
cielo y más cielo y arriba el sol;
piedras y espinas, cardos y tunas,
y esta zambita para el adiós.