jueves, 29 de noviembre de 2018

Mis sueños no tienen dueño




Mis sueños no tienen dueño 

Mis sueños no tienen dueño,
pertenencia, propiedad;
mis sueños no tienen tiempo,
cronología o edad.

Mis sueños no tienen dueño,
¿qué sé yo de quién serán?;
mis sueños andan y andan,
¡andan por andar nomás!

Mis sueños no tienen dueño,
viven del lado de atrás,
de ese lado donde todo
es un continuo fluir,
es un continuo vibrar. 

Douglas Wright



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Hemos tomado prestada una tira del Jardinero Mágico
para ilustrar esta poesía.


miércoles, 28 de noviembre de 2018

Sombras de ramas y hojas




Sombras de ramas y hojas 

Las sombras que están afuera
son las sombras de aquí adentro:
sombras de ramas y hojas
sacudidas por el viento. 

Douglas Wright




martes, 27 de noviembre de 2018

Este es mi mundo, mi hogar




Este es mi mundo, mi hogar 

Este mundo, como un lago,
es mi casa, es mi hogar;
de un lado, lo reflejado,
del otro, la realidad.

Este es mi lago, mi casa,
este es mi mundo, mi hogar;
reflejante y reflejado,
me pregunto cuál es cuál. 

Douglas Wright




Mi autorretrato


Mi autorretrato 

Trato y trato y trato y trato
de lograr mi autorretrato,
y en vez de uno hago dos
y hago tres y hago cuatro.

Trato y trato y trato y trato
de dibujarme a mí mismo,
y es como mirar al fondo
de un interminable abismo.

Trato y trato y trato y trato
de captarme en un dibujo,
y veo que es el trabajo
de algún mago o algún brujo.

Trato y trato y trato y trato
de uno y otro y otro modo,
y cuanto más trato, veo
que tal vez no soy ninguno
o que tal vez yo soy todos. 

Douglas Wright



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Bonus (en broma) 

Trato y trato y trato y trato
y al final yo desespero
pues al mirar los dibujos
—exceptuando al Viejo Now—
veo que yo soy, nomás,
una serie de sombreros.


lunes, 26 de noviembre de 2018

Señales


Señales 

Veo como unas señales,
las veo en todas las cosas
—en las hojas que se mecen,
en una nube que pasa
o en el vuelo en sube-y-baja
de una linda mariposa. 

Douglas Wright



viernes, 23 de noviembre de 2018

Un mar como una montaña


Un mar como una montaña

Acerca del mar que vi —viví— en un sueño. 

Un mar como una montaña,
alto como una montaña,
un mar del color del jade
a la altura de mis ojos.

Un mar de un verde muy puro
—tan brillante, tan hermoso—,
un mar alto, ondulante,
un mar como he visto pocos.

Una montaña de agua,
un mar como una montaña,
un mar verde, un mar puro
como nunca he visto otro. 

Douglas Wright



En sueños-14, El sueño en el que el mar es como una montaña


En sueños-14

El sueño en el que el mar es como una montaña 


Lunes 19 de noviembre de 2018. 


Estoy en la casa que un amigo alquiló para sus vacaciones de verano.

Tengo una reunión —de trabajo, probablemente— con él, su esposa y una amiga común, unos años mayor que nosotros —que lleva puesto un vestido con un estampado de flores muy grandes.


Vamos hacia a una piecita, que está en el fondo de la casa, donde hay una mesa chica (de esas de fórmica blancuzca) y cuatro sillas.

Las dos ventanas que dan a la parte de atrás están cerradas, con las persianas bajas.

El ambiente está en penumbras (pero hay mucho sol afuera).

Tengo la impresión de que las ventanas dan al mar así que le pido a mi amigo que las abramos.


“OK, pero sólo un poco”, dice él.

Abrimos la que está en la pared del fondo y veo, frente a mí, un mar inmenso, altísimo, de un color verde-azulado claro (algo así como el color del jade, supongo).

“¡GUAU!”


La visión dura sólo un instante, pero es espectacular, impresionante.

El mar es alto como una loma, con la cresta redondeada en forma de curva suave.

El color es puro y brillante, y la superficie está cubierta por unos reflejos blancos que parecen lucecitas.

Da la impresión de que se viene encima de la casa, encima de la ventana, así que mi amigo la cierra enseguida.

El agua se empieza a meter por las ventanas y persianas cerradas.


Con unos trapos rejilla, secamos las chorreaduras. (El metal de las ventanas —las persianas son de plástico blanco— tiene manchas de óxido —parece que esto es algo que ocurre con frecuencia, algo habitual, por eso mi amigo respondió “sólo un poco” cuando yo le pedí abrirlas.)

Pero bueno, aunque toda esa masa de mar —esa montaña de mar— está a la altura de la ventana, presionando contra la ventana, la cosa no pasa de ahí, de algunas filtraciones y chorreaduras por las rendijas.


Vamos a la cocina (no sé si a enjuagar los trapos, o qué —para hacernos un café, tal vez).

Desde la puerta de la cocina, que da al fondo, veo que ahí el mar no está alto.


Hay dos bloques, hechos con ladrillos de máquina (de esos de color claro y bordes lisos), que corren transversalmente (y podrían servir de parapetos) pero, de todos modos, el mar —que no alcanzo a ver— está más allá, más atrás (detrás de una playa, tal vez).

Un mar “normal”, digamos —uno a la altura del suelo.



jueves, 22 de noviembre de 2018

¡Ah, la magia de las sombras!


¡Ah, la magia de las sombras! 

¡Ah, la magia de las sombras!
—arañando las paredes,
jugueteando en las veredas,
mamarracheando carteles.

¡Ah, la magia de las sombras!
—rasguñando las ventanas,
trepando por los tejados,
salpicándolo al paisaje
con sus manchas, con sus rayas. 

Douglas Wright






miércoles, 21 de noviembre de 2018

Un banco, quemado, al sol




Un banco, quemado, al sol 

Un banco, quemado, al sol,
casi, como de un incendio;
un banco, al sol, en la plaza,
al costado del sendero.

Un banco, al sol, calcinado,
como un esqueleto viejo,
como una osamenta seca
bajo el gran sol del desierto.

Un banco, quemado, al sol,
la osamenta de un naufragio;
un banco que es como un barco,
en un mar de pasto seco,
bajo un gran sol incendiario. 

Douglas Wright





La nubes y las hojitas




La nubes y las hojitas 

Las nubes y las hojitas
entablan conversación,
y yo, lapicera en mano,
empiezo a tomar apuntes,
comienzo mi traducción. 

Douglas Wright







El pasto es un viento verde


El pasto es un viento verde 

El pasto es un viento verde
que vuela a ras de la tierra
ondulando, con su baile,
la sombra de esta arboleda. 

Douglas Wright



martes, 20 de noviembre de 2018

No hay fresco más fresco


No hay fresco más fresco

No hay fresco más fresco —creo—
que la sombra proyectada
por esta arboleda quieta,
esta arboleda callada.

Douglas Wright



Las sombras de esta arboleda


Las sombras de esta arboleda

Las sombras de esta arboleda
parecen olas del mar;
pasear bajo esta arboleda
es —casi— como nadar.

Douglas Wright



domingo, 18 de noviembre de 2018

Tan sólo tramas


Tan sólo tramas 

Algo así pasa en mis sueños:
parece que hay hojas, ramas,
senderos y, al fondo, el cielo,
pero, al final, lo que veo
son tramas, tan sólo tramas. 

Douglas Wright





La sombra de esta arboleda


La sombra de esta arboleda 

La sombra de esta arboleda
la mantiene fija al suelo,
si no, los árboles —creo—
volarían por el aire,
volarían por el cielo.

Es por la sombra —yo creo—,
la sombra de esta arboleda,
que la arboleda no vuela
por el aire y por el cielo,
que la arboleda se queda. 

Douglas Wright



Cuanto más sombras, más luz


Cuanto más sombras, más luz 

Cuanto más sombras, más luz
—la blancura en la negrura—;
el garabatear papeles,
el garabatear paisajes,
a veces, me hace —parece—
perder —casi— la razón,
perder —casi— la cordura.

Cuanto más sombras, más luz
—la blancura en la negrura—;
para ver eso que hay,
para ver eso que es,
tal vez sea necesario
mirar sin tanta razón,
mirar con menos cordura. 

Douglas Wright



Casi puedo ver el verde


Casi puedo ver el verde 

Blanco-negro, negro-blanco,
rayas, manchas, sombras, brillo
—con el ojo de mi mente
(con la mente de mis ojos)
casi puedo ver el verde,
el marrón y el amarillo. 

Douglas Wright




sábado, 17 de noviembre de 2018

viernes, 16 de noviembre de 2018

Los papelitos de Douglas




Los papelitos de Douglas
(papeles garabateados)


Los papelitos de Douglas,
el sucesor de Mc Gough
—allí donde había uno
parece que ahora hay dos.

Papeles garabateados,
poesías de rayones
—las rayas son las estrofas
de improvisadas canciones.

Rayas, puntos, luces, sombras,
manchones llenos de luz
—¡ah, si los viera Vincent,
ah, si los viera Tolouse!

Los papeles de Mc Gough
ya tienen un sucesor:
los papelitos de Douglas
—el nuevo retratador.

Papeles garabateados;
no soy yo quien los dibuja
—me parece que es el monte
el que mi mano arrastra,
el que mi mano empuja.


Douglas Wright

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poesías de rayones…

  
manchones llenos de luz…


jueves, 15 de noviembre de 2018

Historietas de Mc Gough


Historietas de Mc Gough

Aquí van dos páginas de una historieta que lo tenía a Mc Gough (y a sus árboles) como protagonista.

Douglas Wright




Los papeles de Mc Gough




Los papeles de Mc Gough 

Luces, sombras, en el monte
y en un claro, bajo el sol,
igual que un árbol, parado,
en el medio está Mc Gough.

El lenguaje de las hojas,
el lenguaje de las ramas
va apuntando en sus papeles
llenos de trazos y tramas.

Los papeles de Mc Gough
son, para mí, un tesoro
—mejor que piedras preciosas,
mejor que un cofre con oro.

Los apuntes de Mc Gough
—casi una taquigrafía—
contienen ese lenguaje:
el discurso de los árboles,
su música, su poesía. 

Douglas Wright



miércoles, 14 de noviembre de 2018

Más apuntes de Mc Gough


Más apuntes de Mc Gough 

Y aquí van algunos apuntes más de él.

Creo que así como él estaba interesado en tomar apuntes de los árboles, yo estaba interesado en tomar apuntes de él.

(Apuntes “taquigráficos”, diría —como eran los suyos…) 

Douglas Wright



El primero es un contraluz, a birome.

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Este, también a birome, lo muestra a Mc Gough
tomando apuntes con la suya.

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Esta es una hoja doblada en cuatro —como lo hacía él—
formando cuatro hojitas o “papelitos” (en los que se ven
mis intentos de “pescarlo” en distintos momentos
y en distintas situaciones).

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Y aquí, un intento más (siempre a birome
y siempre a los “piques”, a las corridas).



Más papelitos de Mc Gough




Más papelitos de Mc Gough 

Encontré más papelitos de Mc Gough.

Aquí van algunos más.

(Apuntes de los árboles en distintos momento y en distintas situaciones —como me decía él.) 

Douglas Wright