viernes, 6 de septiembre de 2024

Mientras dibujo, yo soy



Mientras dibujo, yo soy

 
Mientras dibujo, yo soy 
 
Mientras dibujo, yo soy,
así, creo, es como es
—no porque "yo" lo desee,
no porque me lo proponga,
no porque tenga un propósito
o alguna finalidad
sino porque, simplemente,
¡ah, así parece ser!
 
Cuanto más me lo pregunto
menos respuestas yo tengo
—dibujar y dibujar,
a ese andar yo me atengo.
 
Mientras dibujo, yo soy,
digo, no porque "yo" quiera
—ese "yo" se desvanece,
ese "yo" se desdibuja
a medida que dibujo,
digo, así parece ser,
¡digo, esa es la manera! 
 
Douglas Wright

 
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Bonus
 
Me tira dibujar
 
Me despierto, me duele (un poco) la espalda (como casi siempre), pienso que tengo que hacer un poco de mi "yoga-casero"... sin embargo, me tira "dibujar".
 
ANOTAR, DIBUJAR, REGISTRAR (RETOCAR, COLOREAR, FORMATEAR), PUBLICAR.
 
Parece que esto es así.
Así es como soy.
That's who I am.
 
La casa está sucia.
Yo me mantengo apenas.
Pero mis dibujos, textos y canciones (y mis blogs y mis sitios web...), ah, esos están al día, como se dice o se decía.
 
For No One (como decía aquella canción de los Beatles). Para cada vez menos, me da la impresión.
 
Pero I go on: that's what I do, that's who I am..., parece ser. 
 
DW


viernes, 2 de agosto de 2024

De aquello que aún NO ES



De aquello que aún NO ES

 
De aquello que aún NO ES 
 
Esta es una poesía
de aquello que aún NO ES,
de aquello que anda en lo oscuro,
de aquello que anda en lo ambiguo,
de aquello que anda esperando,
esperando para SER.
 
¡Ah, este es el territorio
de lo que aún no tiene forma!,
de lo que es indefinido,
lo que es indiferenciado,
de aquello, ¿cómo decirlo?,
que la palabra no nombra.
 
Todo el mundo habla de "esto",
todo el mundo habla de "aquello",
pero de lo que NO ES
no se puede decir nada
—decir si es alto o es bajo,
decir si es grande o pequeño,
decir si es feo o es bello.
 
De aquello que aún NO ES,
esta es una poesía;
de lo que no tiene forma,
lo que no tiene sustancia,
lo que no tiene existencia,
de lo que anda en lo oscuro
esperando en el NO SER
a que uno le dé vida. 
 
Douglas Wright



 
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Bonus
 
Lo que vemos es lo que ES (lo que YA ES, lo que YA FUE HECHO).
 
Cuando uno ve la “Noche Estrellada
 de van Gogh, por ejemplo, ya la ve terminada.
 
Cuando uno escucha “Yesterday” de los Beatles, uno la escucha entera, terminada.
 
Cuando uno lee una novela de Philip Marlowe o una historieta del Corto Maltés, ya están ahí, terminadas.
 
Por otra parte yo, creador de "poesías, dibujos y canciones", estoy todo el tiempo en contacto con la otra parte, con el otro aspecto, con el otro lado de la cuestión: lo que todavía NO ES.
 
Hace rato que vengo observando esto, prestándole atención.
 
Uno aprende —nos enseñan— a partir de lo que ES, de lo que YA ESTÁ: que Bach era un músico barroco o que Beethoven era un romántico, que van Gogh era impresionista y Charlie Parker un músico de jazz del bebop... pero mi impresión es que, cuando ellos estaban haciendo lo que hacían, lo estaban haciendo desde lo que todavía no había sido hecho. 
 
(Desde ya no estaban hechas las fugas de Bach, las sinfonías de Beethoven o los trigales de van Gogh.) (Y seguramente el Barroco, el Romanticismo o el Impresionismo no eran lo que son ahora para nosotros.)
 
ELLOS ESTABAN HACIENDO LO QUE TODAVÍA NO ESTABA HECHO. (Lo que todavía no era hasta que luego fue.)
 
Y eso nos pasa a todos los creadores, diría (más allá de la importancia o trascendencia que tenga lo que uno hace).
 
En mi caso (y en lo mío) yo detecto eso que todavía NO ES (y que VA SIENDO). Moviéndose en la oscuridad (por decirlo de algún modo —aunque la cosa no sea oscura y esté a plena luz).
 
Eso que no tiene forma y va tomando forma (lentamente, sinuosamente, a los tanteos...).
 
Es como estar —por un rato, al menos— del otro lado de las cosas, del otro lado de estos procesos que tanto me interesan últimamente, y que tanto me intrigan, también. 
 
DW



miércoles, 31 de julio de 2024

La iglesia de van Gogh

 
La iglesia de van Gogh 
 
Con frecuencia me paro frente a un paisaje (una calle de mi barrio, un sendero del parque) y lo dibujo a birome en unos papelitos que siempre llevo conmigo.
 
El paisaje es "la realidad", digamos, y en mi hoja de papel yo lo retrato como puedo y como quiero (jugando con los trazos, las texturas, las luces y las sombras... y lo que ande en mi estado de ánimo en ese momento).
 
La intención no es "sacarlo" igual, exacto, fotográficamente.
 
De vez en cuando lo que tengo por delante es la reproducción de un cuadro (impresionista, en general) y esa es, entonces, "la realidad" con la que juego con mi birome sobre la hoja de papel (como si estuviera frente a un sendero del parque).
 
Otra vez como quiera y como pueda (no para lograr una copia exacta o fotográfica sino para hacer mi versión libre, juguetona, divertida).
 
En este caso lo que tenía por delante era la que yo llamo "la iglesia de van Gogh" (la iglesia de Auvers-sur-Oise, de Vincent van Gogh). (Me tocó dibujarla para ilustrar una de mis poesías.)
 
Van Gogh es uno de mis personajes favoritos (no solo como pintor sino como escritor) y anda conmigo desde que yo era un muchacho.
 
Esta iglesia siempre me pareció un poco siniestra (aunque no creo que esa fuera su intención al pintarla) y nunca jugué con ella (así como sí lo hice con otras de sus pinturas —sus autorretratos, por ejemplo, de los que hice muchas versiones libres).
 
Lo que me atrajo esta vez (además de la distorsión de la perspectiva y esos trazos como hachazos —que tanto me influenciaron en mis primeras épocas como dibujante) fueron las formas casi orgánicas de este edificio (sus paredes de piedra y sus tejados tienen formas curvas, redondeadas —casi como si se tratara de la osamenta de un animal, diría).
 
En fin, aquí van mis versiones (marcador, marcador y birome, marcador y color en Photoshop).
 
¡Salud, Vincent, una vez más! 
 
Douglas Wright



Una iglesia pobrecita

 
Una iglesia pobrecita 
 
Una iglesia pobrecita,
¿qué sé yo?, destartalada,
con los tejados vencidos
y las paredes de piedra
torcidas, desvencijadas.
 
Una iglesia pobrecita,
casi como un animal
desparramado en la tierra,
agotado, desarmado,
deshecho de tanto andar.
 
Una iglesia pobrecita,
bajo ese cielo nocturno,
durmiendo un sueño callado,
durmiendo un sueño profundo. 
 
Douglas Wright



martes, 30 de julio de 2024

Un átomo indivisible

 
Un átomo indivisible 
 
Un átomo indivisible,
eso es el universo;
lo gigante y lo pequeño,
lo visible y lo invisible
—lo cercano y lo lejano,
lo interior y lo exterior—,
el anverso y el reverso.
 
Eso es el universo,
un átomo indivisible;
todo, todo, todo es uno,
lo que es, lo que no es,
lo que fue y ya no es más
—lo probable y lo improbable,
lo posible y lo imposible.
 
Un átomo indivisible,
eso es el universo;
a esa idea yo me adhiero,
a ese concepto me adscribo,
de ese modelo del mundo,
¿qué sé yo?, soy un converso. 
 
El viejo Now

 
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Bonus
 
Un átomo indivisible,
eso es el universo;
la única realidad,
eso es la totalidad.
 
(Un versito para Alan Watts
citando a Teilhard de Chardin.)
 
DW 
 

lunes, 22 de julio de 2024

Como un haiku dibujado


Como un haiku dibujado 
 
Como un haiku dibujado
con birome y marcador,
la bandeja de mi almuerzo
sobre mi mesa ratona,
aquí, en mi comedor.
 
Las mandarinas de postre,
la servilleta arrugada,
la copa de vino tinto,
el plato grande, amarillo,
la bandeja colorada.
 
Como un haiku dibujado,
como un haiku occidental,
un dibujo en blanco y negro
capturando este momento
en su esencia elemental. 
 
Douglas Wright


 
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Bonus 
 
Según una de las definiciones que circulan por ahí, los haikus son poemas japoneses muy cortos, tienen solo tres versos y normalmente hablan de temas relacionados con la naturaleza o la vida cotidiana que pasa en un lugar y un momento muy concreto.
 
¿A qué me refiero yo por "haiku" en este caso?
 
A captar el momento (en su inmediatez, digamos).
 
A que el motivo de mi dibujo y de mi poesía sea algo cotidiano (nada grandilocuente, nada solemne, nada importante).
 
A encontrar lo bello en las cosas más pequeñas (más insignificantes, tal vez).
 
 
Yo suelo comer (almorzar y cenar) sobre una hermosa bandeja roja, brillante, apoyada sobre un cubo de madera que hace las veces de mesa ratona ubicada frente a mi sillón.
 
Tengo unos platos grandes de color amarillo (ese que llamaban "color maíz").
 
Ahí estaban, en ese gran plato amarillo, los restos de mi almuerzo (unas cáscaras de mandarina) y mi copa de vino por la mitad.
 
Escuchaba en la computadora a Alan Watts hablar sobre los haikus y se me apareció esta imagen que tenía frente a mí como una especie de "haiku visual".
 
Como un cuadrito post-impresionista, tal vez, o como un poster de Toulouse, quizá (con colores planos, plenos, intensos, vibrantes).
 
¡Viva la bandeja de mi almuerzo, el plato amarillo, las cáscaras de mandarina, mi copita de vino!
 
¡Vivan los dibujitos espontáneos y los textitos que los acompañan! 
 
DW


Reflexiones sobre el sueño del gran pájaro plateado

 
Reflexiones sobre el sueño del gran pájaro plateado 
 
Estamos adoctrinados para "sujeto, verbo y predicado". (Sujeto, verbo y objeto, me gusta más.)
 
A veces (con frecuencia) en mis sueños, las cosas no son así: hay sujeto sin verbo o sin predicado. No hay historia que empieza, se desarrolla y termina.
 
Tampoco hay antes y después (a veces el después también estuvo antes que el antes —en ambos "lugares" simultáneamente, por decirlo de alguna manera).
 
Y no es que "yo no veo" el final de la historia (como si el final quedara fuera del foco de mi sueño, de la narración de mi sueño) sino que, tal vez, no hay final (la historia de mi sueño "no tiene" final).
 
No hay "resolución" de la historia.
 
Lo mismo ocurre con los espacios: empiezan pero tal vez no terminan. (O terminan pero tal vez no empezaron...)
 
Y no es que no haya lógica (por decirlo de alguna manera) sino que la lógica es otra.
 
Y no es que no haya narrativa sino que, también, la narrativa es otra.
 
"¿Y laneda?"... (la "aneda", como decíamos cuando éramos chicos, la anécdota), pensaba yo al registrar este sueño.
 
¿Dónde está la anécdota? Tal vez no la hay. (Desde ya, no hay "moraleja".) Tal vez no hay conclusión sino solo devenir.
 
Yo, que ando en esto de escribir, le di una especie de "cierre" a la poesía (con eso de que tal vez nos veamos en otro sueño), pero tal vez no hay cierre, tal vez no nos volvamos a ver el pájaro y yo.
 
Tal vez no hay "CHÁN CHÁN", como en el tango, sino un "fade-out", como en aquellas primeras canciones de los Beatles que se iban desvaneciendo hasta desaparecer (y que uno se apuraba en hacerlas sonar de nuevo, una y otra vez). 
 
Douglas Wright



domingo, 21 de julio de 2024

Un gran pájaro gigante

 
Un gran pájaro gigante
 
(Acerca del pájaro que vi en un sueño)
 
Julio 2024 
 
Un gran pájaro gigante,
como un águila plateada,
anda volando en el cielo
justo atrás de una bandada.
 
Un gran pájaro gigante
entra por un tragaluz,
tiene el plumaje plateado
con unos tintes de azul.
 
Un gran pájaro gigante
con un pico puntiagudo
mete miedo con su aspecto
(me hace sentir diminuto,
me hace sentir inseguro).
 
Un gran pájaro gigante
me mira fijo a los ojos,
nos miramos desafiantes
(aunque yo me siento débil,
aunque yo me siento flojo).
 
Un gran pájaro gigante,
no sé qué quiere de mí;
¿tiene algo que decirme?,
¿algo me quiere decir?
 
Un gran pájaro gigante:
¿nos veremos nuevamente
en alguno de mis sueños,
en los sueños de mi mente? 
 
Douglas Wright