domingo, 27 de agosto de 2017

I've Grown Accustomed to Her Face - Again




Tengo poca voz. Nunca tuve mucha y, ahora, a los 67,
me queda poca.

Pero me gusta cantar, mucho (más aún cuando escucho
a los cantantes que me gustan —y me encuentro canturreando
con ellos).

Lo que sí puedo hacer (por obsesivo, tal vez) es encontrar
un fraseo para una canción determinada, y cantarlo, casi igual,
muchas veces.

Así: “El coro de Douglas” (“Los Hermanos Brothers”
—como bromeamos con un amigo—, ”Los Manhattan Transit”,
o los “¡Má Qué Max!” —para los de mi generación).

Unas seis voces, más o menos, cantando la misma canción.

Entonces canto tranquilo, “protegido” por los otros Douglas,
que tienen tan poca voz como yo (y tantas ganas de cantar como yo)
y disfrutando cada una de las tomas con la tranquilidad, también,
de que todos los ruidos que invaden los estudios de “Amambay Road”
quedan, al fin, disimulados.

Aquí va, otra vez, “I've Grown Accustomed to Her Face”,
de Alan Jay Lerner y Frederick Loewe, del musical
“Mi bella dama” (“My Fair Lady”).


Guitarras y voces: Douglas Wright


“I’ve grown accustomed to her face,
she almost makes the day begin”…




----
Canción: I've Grown Accustomed to Her Face - Again


sábado, 19 de agosto de 2017

jueves, 17 de agosto de 2017

miércoles, 16 de agosto de 2017

Cita en Montmartre


Esta es una colaboración entre dos Douglas:
uno de 30 años, y otro de 60.

El de 30 concibió y desarrolló una historieta
que nunca llegó a terminar.

El de 60 recuperó los dibujos, restauró y coloreó
algunos de los cuadritos, y escribió una poesía
contando la historia.

El resultado es este:
“Cita en Montmartre - una fantasía impresionista”,
protagonizada por Gauguin, Lautrec, y van Gogh.



--------
--------




Cita en Montmartre 

una fantasía impresionista



Cada uno se despide
del lugar en donde estaba
para acudir a una cita:
¡la cita tan esperada!

Tres amigos, ellos son:
van Gogh, Gauguin y Lautrec
—cada uno para todos,
¡cada cual para los tres!

Gauguin deja su Tahití
—allá en los mares del Sur—
y se trae en la maleta
montes verdes, cielo azul.




Lautrec les dice adieu
a las chicas del “Moulín”
y, de afiches y retratos,
repleto, su maletín.




Van Gogh recorre en silencio
los pasillos del hospicio
con su valija repleta
de colores: ¡un bullicio!




La cita es en Montmartre:
un encuentro de pintores
—con abrazos fratrenales,
¡con abrazos a montones!

¿Qué es lo que se proponen
estos amigos artistas?:
¡llenar toda la ciudad
de cuadros impresionistas!

La actividad es nocturna,
la actividad es febril:
¡la ciudad parece un lienzo
puesto sobre un gran atril!

Después de una noche larga,
llega, al fin, la madrugada;
¡las paredes de París,
ya están todas decoradas!




¡Ah, París es una fiesta,
una fiesta impresionista!;
a esta magia de colores
—desde ahora y para siempre—
¡no hay nadie que se resista!



Douglas Wright 


domingo, 13 de agosto de 2017

La perla en el lago


La perla en el lago


Dicen que en el fondo del lago hay una perla enorme, valiosa. Hay quienes revuelven el fondo, de norte a sur, buscándola. Y están los que piensan que al fondo de lago no hay que revolverlo de norte a sur sino de este a oeste. “Sólo así se encontrará la perla”, dicen.

Así, el lago es revuelto de un modo o de otro según el grupo que esté en el mando.

También están aquellos que piensan que el lago debería ser revuelto en círculos (en el sentido de las agujas del reloj, piensan unos y “¡no, no, en el sentido contrario!”, piensan otros). Y están aquellos que opinan que habría que revolverlo en zig-zag o en rulos —o escribiendo unas palabras mágicas… (Aunque éstos nunca llegan a estar al mando, de algún modo, también, revuelven aguas.)

De este modo, por supuesto, las aguas están siempre turbias y no sólo no se ve la famosa perla sino que no se ve absolutamente nada —y el agua tiene siempre gusto a barro.

¿Por qué no dejar de revolver? ¿Por qué no dejar que el agua alcance, sola, su estado de reposo, y así se aclare y se pueda ver el fondo? Tal vez, al fin y al cabo, no haya ninguna perla…

¿Se han fijado qué lindas que son las piedras de la orilla —algunas con un poquito de verdín? ¡Ah, y esos caracolitos espiralados!...


El Viejo Now





viernes, 11 de agosto de 2017

Por esta ventana


Por esta ventana
(los paisajes de mi vida)


Por esta ventana, entran
los paisajes de mi vida
—casitas en los suburbios,
lejos de las avenidas.

Por esta ventana, entran
lugares donde he vivido
—barrios del sur, los suburbios,
empedrados, caseríos.

Por esta ventana, entran
—y en esta ventana viven—
los paisajes de mi vida;
todos juntos, superpuestos
—como en un mágico fresco—,
en armonía conviven.


Douglas Wright



Reposada como un lago


Reposada como un lago

¡Qué callada está mi mente!
—reposada como un lago—:
calla todo lo que pienso,
calla todo lo que hago.

Douglas Wright



miércoles, 9 de agosto de 2017

Me dejo llevar, tranquilo


Me dejo llevar, tranquilo 

Me dejo llevar, tranquilo,
a donde mis pies me lleven;
ellos saben donde ir,
ellos quieren, ellos pueden.

Me dejo llevar, confiado,
hacia donde quieran ir;
¿dónde aprendieron?, ¡quién sabe!;
tal vez, andando y andando
los senderos de la vida,
las veredas del vivir. 

Douglas Wright



sábado, 5 de agosto de 2017

Ese sonido “invisible”


Ese sonido “invisible” 

El sonido del silencio
—el sonido de la paz—
suena como un abandono
a que lo-que-sea-sea
—un “menos” que es “mucho más”.

Digo “casi puedo oírlo”,
pero lo oigo en verdad
—el sonido del silencio,
el que viene por sí mismo
cuando calla lo demás.

El sonido del silencio
—el sonido de la paz—;
ese sonido “invisible”
llena todo lo que veo,
llena todo lo que existe,
llena todo lo que hay. 

Douglas Wright



martes, 1 de agosto de 2017

All of Me – versión ducha




La cosa fue así: Charlie Porter
trajo a los integrantes del combo
de “La jaula de los leones” y los situó
del lado de afuera de la puerta
de mi baño (por pudor).

Yo me metí en la ducha (con mis
pantaloncitos de baño –por pudor) y,
con el jabón de tocador en la mano
-a manera de uno de esos micrófonos
de la década del ’40-, me puse a frasear
a la manera de Sinatra (a para-frasearlo,
digamos).

El resultado fue este: All of Me,
de Gerald Marks y Seymour Simons,
con los arreglos de Carlos Porta
y la voz de Douglas Wright. 


“All of me,
why not take all of me…” 

----
Canción: All of Me – versión ducha