lunes, 8 de mayo de 2017

¡Qué cosa extraña! (el desamparo me ampara)


¡Qué cosa extraña! (el desamparo me ampara)

El desamparo me ampara,
me abriga, me da cobijo,
y yo soy —¡qué cosa extraña!—,
un poco, como su hijo.

¡Qué cosa extraña!, yo digo
—parece de lo más raro—:
amparado, protegido,
por el propio desamparo.

El Viejo Now



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