Mir y yo - (nada de eso)
No, no es
como si me reencontrara con una parte de mí cada vez que me encuentro con Mir
(una parte de mí casi olvidada —que andaba en otro planeta y viene a
reencontrarme).
No, no es
como si la piel de Mir se quedara en mi piel cada vez que Mir se vuelve a su
planeta (y mi piel se quedara en la suya, también).
No, no es
como si una energía viniese de Mir hacia mí —y fuese de mí hacia Mir— a gran
velocidad (a la velocidad de la luz, tal vez —o a esa velocidad instantánea que
tiene la vida).
¡No, no,
no!, no es como si Mir y yo fuésemos una especie de “Mir-y-yo” más diverso y
múltiple que “Mir” y “yo” por separado.
Y no, no es
como si Mir y yo fuésemos todas las miradas cuando nos miramos, todas las
caricias cuando nos tocamos, y todo el amor (ése que no es ni mucho ni poco,
sino sólo amor) cuando nos queremos, cuando nos amamos.
No, nada de
eso, aunque sí: muy, muy parecido.
Douglas Wright
Con perdón del atrevimiento, sos un loco suelto y lindo Douglas, de esos a los que el amor los sorprende en cada pequeñez de detalle! Te felicito che, escribís que da gusto leerte! Voy a promocionarte en el cole donde trabajo, cariños y a seguir tiki tiki tiki con la pluma y el papel!!
ResponderEliminarMajo.
Bueno, Majo...
Eliminar¡Qué comentario tan lleno de "swing"!
¡Gracias, muchas gracias!
Douglas.