
No impongo mi autoridad
al orden que hay en mi día,
me doy cuenta que el desorden
tiene su sabiduría.
No tengo un orden estricto
para lo que voy a hacer,
cuando una cosa termina
otra empieza a aparecer.
No impongo mi autoridad
al orden que hay en mi vida,
me doy cuenta que el desorden
tiene más sabiduría.
Así, la vida me lleva
donde ella quiera ir;
así es como anda mi vida:
¡así anda mi vivir!
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