Yo brindo por mis amigos,
los que están, los que no están,
y por aquellos que siempre,
siempre conmigo estarán.
Alzo una copa de vino,
escucho alguna canción,
cierro los ojos y brindo
con todo mi corazón.
Yo brindo con mis amigos,
los que están, los que no están,
y con aquellos que siempre,
siempre conmigo estarán.

¡Chin chin!
ResponderEliminarSí, Eduardo, ¡Chin chin!...
ResponderEliminar(El del dibujo tiene pinta de Valmont.)