De aquello que aún NO ES
Esta es una poesía
de aquello que aún
NO ES,
de aquello que anda
en lo oscuro,
de aquello que anda
en lo ambiguo,
de aquello que anda
esperando,
esperando para SER.
¡Ah, este es el
territorio
de lo que aún no
tiene forma!,
de lo que es
indefinido,
lo que es
indiferenciado,
de aquello, ¿cómo
decirlo?,
que la palabra no
nombra.
Todo el mundo habla
de "esto",
todo el mundo habla
de "aquello",
pero de lo que NO ES
no se puede decir
nada
—decir si es alto o
es bajo,
decir si es grande o
pequeño,
decir si es feo o es
bello.
De aquello que aún
NO ES,
esta es una poesía;
de lo que no tiene
forma,
lo que no tiene
sustancia,
lo que no tiene
existencia,
de lo que anda en lo
oscuro
—esperando en el NO
SER—
a que uno le dé
vida.
Douglas Wright
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Bonus
Lo que vemos es lo
que ES (lo que YA ES, lo que YA FUE HECHO).
Cuando uno ve la “Noche
Estrellada”
de van Gogh, por ejemplo, ya la ve terminada.
Cuando uno escucha “Yesterday”
de los Beatles, uno la escucha entera, terminada.
Cuando uno lee una
novela de Philip Marlowe o una historieta del Corto Maltés, ya están ahí,
terminadas.
Por otra parte yo,
creador de "poesías, dibujos y canciones", estoy todo el tiempo en
contacto con la otra parte, con el otro aspecto, con el otro lado de la cuestión:
lo que todavía NO ES.
Hace rato que vengo
observando esto, prestándole atención.
Uno aprende —nos
enseñan— a partir de lo que ES, de lo que YA ESTÁ: que Bach era un músico
barroco o que Beethoven era un romántico, que van Gogh era impresionista y
Charlie Parker un músico de jazz del bebop... pero mi impresión es que, cuando
ellos estaban haciendo lo que hacían, lo estaban haciendo desde lo que todavía
no había sido hecho.
(Desde ya no estaban
hechas las fugas de Bach, las sinfonías de Beethoven o los trigales de van
Gogh.) (Y seguramente el Barroco, el Romanticismo o el Impresionismo no eran lo
que son ahora para nosotros.)
ELLOS ESTABAN
HACIENDO LO QUE TODAVÍA NO ESTABA HECHO. (Lo que todavía no era hasta que luego
fue.)
Y eso nos pasa a todos
los creadores, diría (más allá de la importancia o trascendencia que tenga lo
que uno hace).
En mi caso (y en lo
mío) yo detecto eso que todavía NO ES (y que VA SIENDO). Moviéndose en la
oscuridad (por decirlo de algún modo —aunque la cosa no sea oscura y esté a
plena luz).
Eso que no tiene
forma y va tomando forma (lentamente, sinuosamente, a los tanteos...).
Es como estar —por
un rato, al menos— del otro lado de las cosas, del otro lado de estos procesos que
tanto me interesan últimamente, y que tanto me intrigan, también.
DW