En verano había un Van Gogh
justo frente a mi ventana,
lleno de luz amarilla
que vibraba, que estallaba.
En otoño hay un Pissarro
lleno de ramas doradas
recortadas contra un cielo
cruzado por nubes blancas
que se pierden por detrás
de un horizonte de casas.
En verano era Van Gogh
el que estaba en mi ventana,
ahora Camille Pissarro
me espera cada mañana.
Si en vez de andarla corriendo,
persiguiéndola a la vida,
yo voy a mi propio paso,
desde el fondo, desde atrás
(desde adentro de sí misma),
ella me alcanza tranquila.
Cómo nos hubiera gustado,
a comienzos de los años ’70,
que nuestra banda de garage sonara así.
Ahora, muchos años después,
para Carlos Porta en Alemania (guitarra),
para Richard López Bancalari en Francia (bajo)
y para Douglas Wright en Argentina (voz)
el mundo es un garage en el que jugamos
con una canción de los Beatles: All My Loving.